Las diaminopirimidinas son un grupo de antimaláricos que se utilizan para tratar la malaria causada por el parásito Plasmodium falciparum. En España, la malaria es una enfermedad rara y no endémica, pero puede ser adquirida por personas que viajan a áreas donde la enfermedad es común.
Las diaminopirimidinas actúan inhibiendo la enzima dihidrofolato reductasa del parásito, lo que impide su capacidad para sintetizar ácido fólico y llevar a cabo procesos celulares esenciales. Esto lleva a la muerte del parásito y al alivio de los síntomas de la malaria.
El antimalárico más común en este grupo es la pirimetamina, que se utiliza en combinación con otros medicamentos como sulfadoxina o trimetoprim-sulfametoxazol para aumentar su eficacia. La pirimetamina también se utiliza en el tratamiento de otras enfermedades parasitarias como toxoplasmosis y neumocistosis.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, se registraron 23 casos importados de malaria en 2019. De estos casos, el 91% fueron importados desde África subsahariana. La mayoría de los casos importados eran hombres (65%) y adultos jóvenes entre 25-44 años (52%). El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado son fundamentales para evitar complicaciones graves e incluso la muerte.
Es importante destacar que las diaminopirimidinas pueden tener efectos secundarios como náuseas, vómitos, dolor abdominal y erupciones cutáneas. En casos raros, pueden causar anemia hemolítica y agranulocitosis. Por lo tanto, es importante que los pacientes informen a su médico si experimentan algún efecto secundario durante el tratamiento.
Además, las diaminopirimidinas pueden interactuar con otros medicamentos como anticoagulantes y antiepilépticos, por lo que es importante informar al médico sobre cualquier otro medicamento que esté tomando.
En resumen, las diaminopirimidinas son un grupo de antimaláricos utilizados en el tratamiento de la malaria causada por Plasmodium falciparum. En España, la malaria es una enfermedad rara y no endémica, pero puede ser adquirida por personas que viajan a áreas donde la enfermedad es común. La pirimetamina es el antimalárico más común en este grupo y se utiliza en combinación con otros medicamentos para aumentar su eficacia. Es importante informar al médico sobre cualquier efecto secundario o interacción con otros medicamentos durante el tratamiento.