La acetilcisteína es un fármaco mucolítico que se utiliza para tratar enfermedades respiratorias como la bronquitis crónica, la fibrosis quística y el asma. Pertenece al grupo ATC R05CB01 y actúa disminuyendo la viscosidad del moco en las vías respiratorias, lo que facilita su eliminación.
En España, la acetilcisteína está disponible en diferentes presentaciones como comprimidos efervescentes, solución oral y solución inyectable. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se dispensaron más de 2 millones de envases de acetilcisteína en farmacias españolas.
La dosis recomendada varía según la presentación del fármaco y la edad del paciente. En general, se recomienda tomar una dosis cada 8 o 12 horas. Es importante seguir las indicaciones del médico o farmacéutico para evitar posibles efectos secundarios.
Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran náuseas, vómitos y diarrea. En casos raros pueden producirse reacciones alérgicas graves como erupción cutánea, dificultad para respirar e hinchazón de cara o garganta. Si se experimenta alguno de estos síntomas es importante buscar atención médica inmediata.
La acetilcisteína también puede interactuar con otros medicamentos como los antibióticos aminoglucósidos y los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Por esta razón es importante informar al médico o farmacéutico sobre cualquier otro medicamento que esté tomando.
En resumen, la acetilcisteína es un fármaco mucolítico utilizado para tratar enfermedades respiratorias como la bronquitis crónica, la fibrosis quística y el asma. Está disponible en diferentes presentaciones y se recomienda seguir las indicaciones del médico o farmacéutico para evitar posibles efectos secundarios. En España, se dispensan más de 2 millones de envases de acetilcisteína al año en farmacias.