La bromhexina es un medicamento mucolítico utilizado para tratar afecciones respiratorias, como la bronquitis y la neumonía. Pertenece al grupo ATC R05CB02 y se administra por vía oral o inhalación.
La bromhexina actúa disminuyendo la viscosidad del moco en los pulmones, lo que facilita su eliminación. Además, tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación en las vías respiratorias.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, el uso de bromhexina ha ido disminuyendo en los últimos años. En 2018 se dispensaron un total de 1.099.086 envases de medicamentos que contenían bromhexina, lo que supone una disminución del 4% respecto al año anterior.
La dosis recomendada de bromhexina varía según la edad y el peso del paciente. En adultos y niños mayores de 12 años se recomienda una dosis de 8-16 mg tres veces al día. En niños menores de 12 años se recomienda una dosis ajustada según su peso corporal.
La administración de bromhexina puede producir efectos secundarios leves como náuseas, vómitos o diarrea. También puede producir reacciones alérgicas en algunos pacientes.
Es importante tener precaución al administrar bromhexina a pacientes con enfermedades hepáticas o renales graves, ya que puede aumentar el riesgo de efectos secundarios graves.
En resumen, la bromhexina es un medicamento mucolítico utilizado para tratar afecciones respiratorias como la bronquitis y la neumonía. Aunque su uso ha disminuido en España en los últimos años, sigue siendo un tratamiento eficaz para estas afecciones. Es importante seguir las recomendaciones del médico y tener precaución al administrarla a pacientes con enfermedades hepáticas o renales graves.