La gadodiamida es un agente de contraste utilizado en la resonancia magnética (RM) para mejorar la visualización de los tejidos blandos y los vasos sanguíneos. Pertenece al grupo ATC V08CA03 y se administra por vía intravenosa.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en el año 2019 se dispensaron un total de 59.518 unidades de gadodiamida, lo que representa un gasto total de 2.512.901 euros.
La gadodiamida se utiliza principalmente en la RM cerebral para detectar lesiones cerebrales como tumores o áreas con disminución del flujo sanguíneo cerebral. También se utiliza en la RM abdominal para visualizar órganos como el hígado, el páncreas o los riñones.
La dosis recomendada de gadodiamida varía según el tipo de exploración que se vaya a realizar y las características del paciente. En general, se recomienda una dosis única que oscila entre 0,1 y 0,3 mmol/kg de peso corporal.
La gadodiamida está contraindicada en pacientes con insuficiencia renal grave debido a que puede provocar nefropatía por contraste. También está contraindicada en pacientes con hipersensibilidad conocida a la sustancia activa o a alguno de sus excipientes.
En cuanto a los efectos secundarios, los más comunes son náuseas, vómitos y dolor abdominal leve. También pueden producirse reacciones alérgicas graves como anafilaxia o angioedema en casos muy raros.
Es importante destacar que la gadodiamida no debe utilizarse en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, a menos que sea estrictamente necesario y bajo supervisión médica.
En resumen, la gadodiamida es un agente de contraste utilizado en la RM para mejorar la visualización de los tejidos blandos y los vasos sanguíneos. Se administra por vía intravenosa y su dosis recomendada varía según el tipo de exploración que se vaya a realizar y las características del paciente. Aunque es un medicamento seguro, puede producir efectos secundarios leves como náuseas o dolor abdominal, así como reacciones alérgicas graves en casos muy raros.