La ranolazina es un fármaco antianginoso que pertenece al grupo ATC C01EB18. Este medicamento actúa reduciendo la entrada de sodio en las células del corazón, lo que disminuye la demanda de oxígeno y mejora el flujo sanguíneo coronario.
En España, la ranolazina se utiliza principalmente en pacientes con angina de pecho crónica estable que no han respondido adecuadamente a otros tratamientos. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se dispensaron más de 20.000 envases de este medicamento en las farmacias españolas.
La dosis recomendada de ranolazina es de 500 mg dos veces al día. Este fármaco se administra por vía oral y puede tomarse con o sin alimentos. Es importante seguir las indicaciones del médico o farmacéutico para evitar posibles efectos secundarios y maximizar los beneficios terapéuticos.
Entre los efectos secundarios más comunes asociados a la ranolazina se encuentran mareos, dolor de cabeza, náuseas y estreñimiento. En casos raros, este medicamento puede causar arritmias cardíacas o reacciones alérgicas graves. Por esta razón, es fundamental informar al médico si se experimenta algún síntoma inusual durante el tratamiento con ranolazina.
Es importante destacar que la ranolazina no está indicada para el tratamiento agudo del infarto agudo de miocardio ni para el control del ritmo cardíaco en pacientes con fibrilación auricular. Además, su uso debe ser evitado en pacientes con insuficiencia hepática grave o en aquellos que estén tomando ciertos medicamentos, como inhibidores potentes del CYP3A4.
En resumen, la ranolazina es un fármaco antianginoso que se utiliza en el tratamiento de la angina de pecho crónica estable. Aunque puede causar efectos secundarios, su perfil de seguridad es generalmente aceptable y su eficacia ha sido demostrada en numerosos estudios clínicos. Como siempre, es importante seguir las indicaciones del médico o farmacéutico y reportar cualquier síntoma inusual durante el tratamiento con este medicamento.