El grupo ATC C01EB se refiere a los otros preparados cardiacos que no se incluyen en las categorías anteriores. Estos medicamentos tienen diferentes mecanismos de acción y se utilizan para tratar diversas enfermedades del corazón.
En España, la prevalencia de enfermedades cardiovasculares es alta, siendo una de las principales causas de mortalidad. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2019 fallecieron más de 120.000 personas por estas patologías.
Dentro del grupo C01EB, uno de los medicamentos más utilizados es el ivabradina. Este fármaco actúa reduciendo la frecuencia cardíaca y está indicado para pacientes con insuficiencia cardíaca crónica y angina estable. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2018 se dispensaron más de 1 millón de envases de ivabradina en España.
Otro medicamento dentro del grupo C01EB es el trimetazidina. Este fármaco actúa mejorando el metabolismo celular y está indicado para pacientes con angina inestable o insuficiencia cardíaca crónica. En España, según datos del Ministerio de Sanidad, en 2018 se dispensaron más de 3 millones de envases.
Además, dentro del grupo C01EB también se encuentran otros medicamentos como la digoxina o el sacubitrilo/valsartán. La digoxina actúa aumentando la fuerza contráctil del corazón y está indicada para pacientes con insuficiencia cardíaca crónica. En España, según datos del Ministerio de Sanidad, en 2018 se dispensaron más de 2 millones de envases de digoxina.
Por otro lado, el sacubitrilo/valsartán es un medicamento combinado que actúa reduciendo la presión arterial y mejorando la función cardíaca. Está indicado para pacientes con insuficiencia cardíaca crónica. En España, según datos del Ministerio de Sanidad, en 2018 se dispensaron más de 100.000 envases.
Es importante destacar que todos estos medicamentos deben ser prescritos por un médico especialista en cardiología y su uso debe ser supervisado de forma regular para evitar posibles efectos secundarios.
En conclusión, el grupo ATC C01EB engloba una variedad de medicamentos utilizados en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares. En España, estos fármacos son ampliamente utilizados debido a la alta prevalencia de estas patologías en la población. Es fundamental seguir las indicaciones del médico especialista y realizar un seguimiento regular para garantizar una correcta administración y evitar posibles complicaciones.