Los psoralenos de uso sistémico son un grupo de antipsoriásicos que se utilizan para tratar la psoriasis, una enfermedad crónica de la piel que afecta a más de 2 millones de personas en España. Estos medicamentos actúan sobre el sistema inmunológico del cuerpo para reducir la inflamación y mejorar los síntomas de la enfermedad.
Los psoralenos se administran por vía oral o intravenosa y suelen combinarse con terapia fotodinámica para aumentar su eficacia. La terapia fotodinámica implica exponer la piel a una fuente de luz especial después de tomar el medicamento, lo que ayuda a activar sus propiedades terapéuticas.
En España, los psoralenos más comúnmente utilizados son metoxaleno y trioxsaleno. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se dispensaron más de 15.000 unidades de estos medicamentos en todo el país.
Aunque los psoralenos pueden ser efectivos para tratar la psoriasis, también pueden tener efectos secundarios graves. Algunos pacientes pueden experimentar náuseas, mareos o dolor abdominal después de tomar estos medicamentos. También existe un mayor riesgo de quemaduras solares y cáncer de piel debido a la exposición a la luz durante el tratamiento fotodinámico.
Por esta razón, es importante que los pacientes que toman psoralenos sean supervisados de cerca por un médico especialista en dermatología y sigan cuidadosamente las instrucciones del tratamiento. Los pacientes también deben evitar exponerse al sol durante varias horas después del tratamiento fotodinámico para reducir el riesgo de quemaduras solares.
En resumen, los psoralenos de uso sistémico son una opción de tratamiento efectiva para la psoriasis, pero también pueden tener efectos secundarios graves. Los pacientes que toman estos medicamentos deben ser supervisados de cerca por un médico especialista en dermatología y seguir cuidadosamente las instrucciones del tratamiento para minimizar el riesgo de complicaciones.