El grupo ATC D05B comprende los antipsoriásicos de uso sistémico, es decir, aquellos medicamentos que se administran por vía oral o inyectable para tratar la psoriasis. La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que afecta a alrededor del 2-3% de la población española y se caracteriza por la aparición de lesiones escamosas y rojas en distintas partes del cuerpo.
Los antipsoriásicos de uso sistémico se dividen en dos categorías: los retinoides y los inmunosupresores. Los retinoides son derivados sintéticos de la vitamina A y actúan regulando el crecimiento celular y reduciendo la inflamación. Por otro lado, los inmunosupresores actúan inhibiendo el sistema inmunitario para reducir la inflamación.
Entre los retinoides más utilizados en España se encuentran el acitretino y el etretinato. Estos medicamentos tienen una eficacia moderada en el tratamiento de la psoriasis, pero pueden producir efectos secundarios como sequedad cutánea, labial e incluso ocular. Además, su uso está contraindicado durante el embarazo debido a su potencial teratogénico.
En cuanto a los inmunosupresores, destaca el metotrexato como uno de los más utilizados en España para tratar la psoriasis moderada o grave. Este medicamento actúa inhibiendo las células T del sistema inmunitario y reduciendo así la inflamación cutánea. Sin embargo, su uso prolongado puede producir efectos secundarios graves como hepatotoxicidad o supresión de la médula ósea.
Otro inmunosupresor utilizado en España es el ciclosporina, que actúa inhibiendo la activación de las células T. Este medicamento tiene una eficacia alta en el tratamiento de la psoriasis, pero su uso prolongado puede producir efectos secundarios como hipertensión arterial o nefrotoxicidad.
Por último, destaca el uso del fármaco biológico adalimumab en España para tratar la psoriasis moderada o grave. Este medicamento actúa bloqueando la acción del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), una proteína implicada en la inflamación cutánea. Adalimumab ha demostrado ser muy eficaz en el tratamiento de la psoriasis y su perfil de seguridad es bueno, aunque puede producir efectos secundarios como infecciones o reacciones alérgicas.
En conclusión, los antipsoriásicos de uso sistémico son una opción terapéutica importante para tratar la psoriasis moderada o grave. Sin embargo, su uso debe ser cuidadoso y siempre bajo supervisión médica debido a los posibles efectos secundarios graves que pueden producir. Es importante que los pacientes con psoriasis consulten con su médico para encontrar el tratamiento más adecuado a sus necesidades individuales.