El grupo ATC J07BD se refiere a las vacunas contra el sarampión, una enfermedad altamente contagiosa que puede causar complicaciones graves e incluso la muerte. En España, gracias a la implementación de programas de vacunación, el número de casos ha disminuido significativamente en los últimos años.
La vacuna contra el sarampión es una vacuna combinada que también protege contra la rubéola y las paperas. Se administra en dos dosis: la primera a los 12 meses y la segunda entre los 3 y 4 años. La efectividad de esta vacuna es alta, con una tasa de protección del 97% después de la segunda dosis.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en el año 2019 se notificaron un total de 124 casos confirmados de sarampión. Esta cifra representa un descenso significativo respecto al año anterior (2018), cuando se registraron 344 casos confirmados.
A pesar del éxito en la reducción del número de casos, es importante seguir promoviendo la vacunación para mantener esta tendencia a la baja. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que al menos el 95% de la población esté inmunizada para prevenir brotes epidémicos.
Es importante destacar que las personas que no han sido vacunadas o no han tenido sarampión corren un mayor riesgo de contraer esta enfermedad. Además, pueden ser portadoras asintomáticas del virus y transmitirlo a otras personas vulnerables como bebés menores de un año o personas con sistemas inmunológicos debilitados.
En cuanto a los efectos secundarios de la vacuna, son generalmente leves y transitorios. Pueden incluir fiebre, dolor en el lugar de la inyección y erupción cutánea. Estos efectos secundarios suelen desaparecer en unos pocos días.
En resumen, las vacunas contra el sarampión son una herramienta efectiva para prevenir esta enfermedad altamente contagiosa. En España, gracias a los programas de vacunación, se ha logrado reducir significativamente el número de casos confirmados en los últimos años. Sin embargo, es importante seguir promoviendo la vacunación para mantener esta tendencia a la baja y prevenir brotes epidémicos.