El grupo ATC J07BD54 se refiere a una combinación de vacunas vivas atenuadas contra el sarampión, la parotiditis, la varicela y la rubéola. Estas vacunas son altamente efectivas en la prevención de estas enfermedades infecciosas.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, el número de casos de sarampión ha aumentado en los últimos años. En 2019 se registraron 583 casos confirmados frente a los 152 casos del año anterior. La mayoría de estos casos se produjeron en personas no vacunadas o con esquemas incompletos.
La combinación de estas cuatro vacunas vivas atenuadas es una medida eficaz para prevenir estas enfermedades infecciosas. El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que puede tener complicaciones graves como neumonía o encefalitis. La parotiditis o paperas pueden causar inflamación dolorosa de las glándulas salivales y también pueden afectar otros órganos como el cerebro o los testículos. La varicela es una enfermedad común en la infancia que puede tener complicaciones graves en adultos y personas con sistemas inmunológicos debilitados. La rubéola puede ser especialmente peligrosa para mujeres embarazadas ya que puede causar malformaciones congénitas graves.
La combinación de estas cuatro vacunas vivas atenuadas tiene un alto perfil de seguridad y eficacia demostrada a lo largo del tiempo. Se recomienda su administración a niños entre 12-15 meses y un refuerzo entre los 3-6 años para garantizar una protección adecuada.
Es importante destacar que estas vacunas pueden tener efectos secundarios leves como fiebre, dolor en el lugar de la inyección o erupción cutánea. Estos efectos secundarios suelen ser transitorios y no suelen requerir tratamiento.
En conclusión, la combinación de vacunas vivas atenuadas contra el sarampión, la parotiditis, la varicela y la rubéola es una medida eficaz para prevenir estas enfermedades infecciosas. Es importante seguir las recomendaciones del calendario vacunal y asegurarse de que los niños reciban todas las dosis necesarias para garantizar una protección adecuada. Además, es fundamental fomentar la educación sobre la importancia de las vacunas para prevenir enfermedades infecciosas y evitar posibles brotes epidémicos.