El ibandronato de sodio es un fármaco que pertenece al grupo terapéutico M05BA06, utilizado para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas y en hombres con alto riesgo de fracturas óseas.
El ibandronato actúa inhibiendo la actividad de los osteoclastos, células encargadas de la reabsorción ósea. De esta manera, se disminuye la pérdida de masa ósea y se reduce el riesgo de fracturas.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en 2017 se registraron más de 34.000 hospitalizaciones por fracturas relacionadas con la osteoporosis. Además, se estima que el 30% de las mujeres mayores de 50 años padecen esta enfermedad.
El ibandronato puede administrarse por vía oral o intravenosa. En el primer caso, se recomienda una dosis semanal o mensual dependiendo del producto comercializado. En el segundo caso, la dosis recomendada es una vez cada tres meses.
Los efectos secundarios más comunes del ibandronato son molestias gastrointestinales como náuseas y diarrea. También puede producir dolor muscular y articular transitorio.
Es importante destacar que el uso prolongado del ibandronato puede aumentar el riesgo de fracturas atípicas femorales subtrocantéricas y diafisarias. Por ello, se recomienda limitar su uso a cinco años consecutivos.
En pacientes con insuficiencia renal grave (aclaramiento de creatinina menor a 30 ml/min), se debe ajustar la dosis del ibandronato para evitar su acumulación en el organismo.
En conclusión, el ibandronato de sodio es un fármaco eficaz en el tratamiento de la osteoporosis, una enfermedad que afecta a un gran número de personas en España. Sin embargo, su uso debe ser supervisado por un profesional sanitario y limitado a cinco años consecutivos para evitar efectos secundarios graves.