Los derivados de benzimidazol son una clase de medicamentos utilizados como nematocidas, es decir, para tratar infecciones causadas por gusanos nematodos. Estos fármacos actúan sobre el sistema nervioso de los parásitos, lo que les provoca la muerte.
En España, los derivados de benzimidazol más utilizados son el albendazol y el mebendazol. El albendazol se utiliza principalmente para tratar infecciones por Ascaris lumbricoides (lombrices intestinales), Trichuris trichiura (tricocéfalos) y Enterobius vermicularis (oxiuros). Por otro lado, el mebendazol se utiliza para tratar infecciones por A. lumbricoides, T. trichiura y Strongyloides stercoralis.
Según datos del Ministerio de Sanidad español, en 2019 se dispensaron un total de 1.037.755 envases de albendazol y 1.081.369 envases de mebendazol en las farmacias españolas.
Estos medicamentos suelen administrarse por vía oral y su absorción es variable dependiendo del individuo y del tipo de alimento que haya ingerido previamente. En general, se recomienda tomarlos con alimentos ricos en grasas para mejorar su absorción.
Los efectos secundarios más comunes asociados a estos fármacos son náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. En casos raros pueden producirse reacciones alérgicas graves o problemas hepáticos.
Es importante destacar que estos medicamentos no deben ser utilizados en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ya que pueden ser perjudiciales para el feto o el lactante. Además, se recomienda evitar su uso en niños menores de 2 años y en personas con enfermedades hepáticas o renales graves.
En cuanto a las interacciones medicamentosas, los derivados de benzimidazol pueden disminuir la eficacia de algunos anticonceptivos orales y aumentar los niveles plasmáticos de algunos fármacos como la ciclosporina y el cimetidina.
En resumen, los derivados de benzimidazol son una clase importante de medicamentos utilizados como nematocidas en España. Aunque suelen ser bien tolerados, es importante tener en cuenta sus posibles efectos secundarios y restricciones de uso para evitar complicaciones innecesarias.