La Tobramicina es un antibiótico aminoglucósido utilizado para tratar infecciones bacterianas en los ojos y en otros órganos del cuerpo. Su código ATC es S01AA12.
En España, la tobramicina se presenta principalmente en forma de colirio, que se aplica directamente en el ojo afectado. También está disponible en forma de solución inyectable para su uso intravenoso.
La tobramicina actúa inhibiendo la síntesis de proteínas bacterianas, lo que impide que las bacterias se multipliquen y crezcan. Es especialmente efectiva contra las bacterias gramnegativas, como Pseudomonas aeruginosa.
En el tratamiento de infecciones oculares, la tobramicina se utiliza comúnmente para tratar conjuntivitis, queratitis y blefaritis causadas por bacterias sensibles a este antibiótico. En otras partes del cuerpo, puede ser utilizada para tratar infecciones respiratorias, urinarias y gastrointestinales.
Es importante tener en cuenta que la tobramicina no es efectiva contra todas las cepas de bacterias y puede ser menos efectiva si se usa incorrectamente o si se utiliza demasiado frecuentemente. Además, como con cualquier antibiótico, su uso excesivo puede contribuir al desarrollo de resistencia bacteriana.
En cuanto a los efectos secundarios de la tobramicina, pueden incluir irritación ocular temporal después del uso del colirio y reacciones alérgicas graves en casos raros. También puede causar daño renal si se usa durante períodos prolongados o si se administra a pacientes con enfermedad renal preexistente.
En resumen, la tobramicina es un antibiótico aminoglucósido utilizado para tratar infecciones bacterianas en los ojos y en otros órganos del cuerpo. Es efectiva contra ciertas cepas de bacterias gramnegativas, pero no es efectiva contra todas las cepas de bacterias. Su uso debe ser supervisado por un médico y se debe tener cuidado de no usarla en exceso para evitar el desarrollo de resistencia bacteriana.