El grupo ATC A07E incluye los antiinflamatorios intestinales, que son medicamentos utilizados para tratar enfermedades inflamatorias del intestino. Estos medicamentos actúan reduciendo la inflamación en el tracto gastrointestinal y aliviando los síntomas asociados.
En España, las enfermedades inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, afectan a más de 200.000 personas. Estas enfermedades pueden causar dolor abdominal, diarrea crónica y pérdida de peso, lo que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes.
Los antiinflamatorios intestinales se dividen en dos categorías principales: los corticosteroides y los agentes inmunomoduladores. Los corticosteroides son medicamentos que reducen la inflamación al suprimir el sistema inmunológico del cuerpo. Los agentes inmunomoduladores también actúan sobre el sistema inmunológico pero lo hacen de manera más específica.
Los corticosteroides se utilizan comúnmente para tratar brotes agudos de enfermedad inflamatoria intestinal. Sin embargo, su uso a largo plazo puede tener efectos secundarios graves como aumento del riesgo de infecciones y osteoporosis.
Por otro lado, los agentes inmunomoduladores son más efectivos a largo plazo para prevenir recaídas en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal crónica. Sin embargo, estos medicamentos pueden tardar varias semanas o incluso meses en ser efectivos y también tienen efectos secundarios potenciales como náuseas y fatiga.
Es importante destacar que estos medicamentos deben ser prescritos y supervisados por un médico especialista en enfermedades inflamatorias del intestino. Además, los pacientes que toman estos medicamentos deben ser monitoreados regularmente para detectar posibles efectos secundarios y ajustar la dosis según sea necesario.
En resumen, los antiinflamatorios intestinales son una herramienta importante en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias del intestino. Los corticosteroides se utilizan comúnmente para tratar brotes agudos mientras que los agentes inmunomoduladores son más efectivos a largo plazo para prevenir recaídas. Sin embargo, es importante recordar que estos medicamentos deben ser prescritos y supervisados por un médico especialista en enfermedades inflamatorias del intestino.