El grupo ATC A10BX incluye otros antidiabéticos orales, excluidas las insulinas, que son utilizados en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. Estos medicamentos actúan disminuyendo los niveles de glucosa en sangre y mejorando la sensibilidad a la insulina.
En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 se registraron más de 5 millones de personas con diabetes, lo que representa alrededor del 10% de la población. De estas personas, aproximadamente el 90% tiene diabetes tipo 2.
Dentro del grupo ATC A10BX se encuentran varios tipos de antidiabéticos orales. Uno de ellos es la metformina, que es el fármaco más utilizado para tratar la diabetes tipo 2 en todo el mundo. La metformina actúa disminuyendo la producción hepática de glucosa y aumentando su utilización periférica.
Otro antidiabético oral es la acarbosa, que actúa inhibiendo las enzimas digestivas que descomponen los carbohidratos complejos en azúcares simples. De esta forma, se retrasa y reduce la absorción intestinal de glucosa.
También se encuentran dentro del grupo ATC A10BX los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2), como dapagliflozina o empagliflozina. Estos medicamentos actúan bloqueando un transportador renal encargado de reabsorber glucosa filtrada por los riñones hacia el torrente sanguíneo. De esta forma, aumenta su eliminación a través de la orina y se reduce su concentración en sangre.
Otro tipo de antidiabético oral es la sitagliptina, que actúa inhibiendo una enzima llamada dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4), encargada de inactivar unas hormonas intestinales llamadas incretinas. Estas hormonas estimulan la liberación de insulina por parte del páncreas y disminuyen la producción hepática de glucosa.
Por último, dentro del grupo ATC A10BX se encuentran los agonistas del receptor GLP-1, como liraglutida o exenatida. Estos medicamentos imitan el efecto de las incretinas y estimulan la liberación de insulina por parte del páncreas. Además, retrasan el vaciamiento gástrico y reducen el apetito.
Es importante destacar que todos estos antidiabéticos orales deben ser prescritos por un médico especialista en endocrinología o diabetología, ya que su uso debe ser individualizado según las características clínicas y metabólicas de cada paciente. Además, es fundamental seguir una dieta saludable y realizar ejercicio físico regularmente para controlar adecuadamente los niveles de glucosa en sangre.
En resumen, el grupo ATC A10BX incluye varios tipos de antidiabéticos orales utilizados en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. Cada uno actúa mediante mecanismos diferentes para disminuir los niveles de glucosa en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina. Su uso debe ser siempre supervisado por un médico especialista y complementado con hábitos saludables como una dieta equilibrada y ejercicio físico regular.