Los inhibidores de la enzima convertasa de angiotensina (IECA) son una clase de medicamentos utilizados para tratar la hipertensión arterial y otras enfermedades cardiovasculares. El grupo ATC C09AA se refiere a los IECA que se administran solos, sin combinarse con otros fármacos.
En España, los IECA son uno de los medicamentos más recetados para tratar la hipertensión arterial. Según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en 2018 se dispensaron más de 17 millones de envases de IECA en las farmacias españolas.
Los IECA actúan bloqueando la acción de la enzima convertasa, que convierte la angiotensina I en angiotensina II. La angiotensina II es una sustancia que produce vasoconstricción y retención de sodio y agua, lo que aumenta la presión arterial. Al bloquear esta acción, los IECA disminuyen la presión arterial y mejoran el flujo sanguíneo a través del corazón y los vasos sanguíneos.
Además de su efecto antihipertensivo, los IECA también tienen otros beneficios para el sistema cardiovascular. Por ejemplo, pueden mejorar la función ventricular izquierda en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica y reducir el riesgo de eventos cardiovasculares como infarto agudo de miocardio o accidente cerebrovascular.
Sin embargo, como cualquier medicamento, los IECA también tienen efectos secundarios potenciales. Los más comunes incluyen tos seca persistente (que puede ser un problema especialmente molesto para algunos pacientes), mareo o hipotensión (bajada de la presión arterial), hiperpotasemia (aumento de los niveles de potasio en sangre) y angioedema (hinchazón de la cara, labios, lengua o garganta).
Es importante destacar que los IECA no deben ser utilizados durante el embarazo, ya que pueden causar daño fetal. También se recomienda precaución en pacientes con enfermedad renal o hepática avanzada, ya que estos medicamentos pueden empeorar la función renal.
En resumen, los inhibidores de la enzima convertasa de angiotensina son una clase importante de medicamentos para tratar la hipertensión arterial y otras enfermedades cardiovasculares. Aunque tienen efectos secundarios potenciales, su uso adecuado puede mejorar significativamente la salud cardiovascular de los pacientes. Como siempre, es importante seguir las recomendaciones del médico y farmacéutico para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos asociados con cualquier tratamiento médico.