El Rituximab es un medicamento utilizado en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer y enfermedades autoinmunitarias. Pertenece al grupo ATC L01XC02 y se administra por vía intravenosa.
En España, el Rituximab se utiliza principalmente en el tratamiento del linfoma no Hodgkin y la leucemia linfática crónica. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se dispensaron más de 11.000 unidades de este medicamento en todo el país.
El mecanismo de acción del Rituximab consiste en la eliminación selectiva de las células B anormales que se encuentran presentes en estas enfermedades. Al unirse a una proteína específica presente en la superficie celular, el Rituximab activa una respuesta inmune que conduce a la muerte programada de estas células.
El uso del Rituximab puede producir efectos secundarios como reacciones alérgicas, fiebre, escalofríos y fatiga. Por esta razón, su administración debe ser supervisada por personal médico especializado y realizarse bajo estrictas medidas de seguridad.
Además del tratamiento del cáncer hematológico, el Rituximab también se utiliza para tratar enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico. En estos casos, su mecanismo de acción consiste en reducir la actividad del sistema inmunológico para evitar que ataque los tejidos sanos del cuerpo.
En cuanto a su dosificación, esta varía según la enfermedad a tratar y las características individuales del paciente. En general, se administra una dosis inicial seguida de varias dosis adicionales a lo largo del tiempo.
En resumen, el Rituximab es un medicamento importante en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer y enfermedades autoinmunitarias. Aunque su uso puede producir efectos secundarios, su eficacia ha sido demostrada en numerosos estudios clínicos y su dispensación sigue aumentando año tras año en España.