Los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) son un grupo de fármacos antiparkinsonianos que actúan sobre la enzima monoaminooxidasa, encargada de metabolizar los neurotransmisores dopamina, noradrenalina y serotonina. Los IMAO se utilizan para tratar los síntomas motores y no motores del Parkinson, como la rigidez muscular, el temblor y la depresión.
En España, se estima que alrededor del 1% de la población mayor de 65 años padece Parkinson. Esta enfermedad neurodegenerativa afecta principalmente a las células nerviosas encargadas de producir dopamina en el cerebro. La falta de dopamina provoca una disfunción en el sistema motor que se manifiesta en síntomas como temblores, rigidez muscular y dificultades para caminar.
Los IMAO son una opción terapéutica importante para tratar los síntomas del Parkinson. Estos fármacos actúan inhibiendo la acción de la monoaminooxidasa, lo que aumenta los niveles de dopamina disponible en el cerebro. Esto ayuda a mejorar los síntomas motores del Parkinson y también puede tener un efecto positivo sobre los síntomas no motores como la depresión.
En España, existen varios tipos de IMAO disponibles en el mercado farmacéutico. Entre ellos se encuentran rasagilina, selegilina y moclobemida. Estos fármacos tienen diferentes mecanismos de acción y perfiles farmacológicos únicos.
La rasagilina es un IMAO selectivo tipo B que actúa específicamente sobre la enzima monoaminooxidasa tipo B. Este fármaco se utiliza como monoterapia o en combinación con levodopa para tratar los síntomas motores del Parkinson. La rasagilina también ha demostrado tener un efecto neuroprotector en estudios preclínicos.
La selegilina es otro IMAO selectivo tipo B que también actúa sobre la monoaminooxidasa tipo A en dosis más altas. Este fármaco se utiliza principalmente como adyuvante a la levodopa para mejorar los síntomas motores del Parkinson. La selegilina también ha sido estudiada como tratamiento para la depresión y otros trastornos psiquiátricos.
La moclobemida es un IMAO reversible no selectivo que actúa sobre ambas isoformas de la monoaminooxidasa (A y B). Este fármaco se utiliza principalmente para tratar la depresión, pero también puede ser útil para mejorar los síntomas no motores del Parkinson, como el insomnio y la ansiedad.
En general, los IMAO son una opción terapéutica importante para el tratamiento del Parkinson. Estos fármacos pueden mejorar significativamente los síntomas motores y no motores de esta enfermedad neurodegenerativa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los IMAO pueden interactuar con otros medicamentos y alimentos ricos en tiramina, lo que puede provocar efectos secundarios graves como hipertensión arterial. Por lo tanto, es fundamental seguir las recomendaciones médicas y evitar ciertos alimentos mientras se está tomando un IMAO.