Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son una clase de fármacos utilizados para tratar la depresión y otros trastornos del estado de ánimo. Los ISRS actúan aumentando los niveles de serotonina en el cerebro, lo que ayuda a mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas depresivos.
En España, los ISRS son uno de los grupos más prescritos dentro del ATC N06AB. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se dispensaron más de 22 millones de envases con medicamentos pertenecientes a este grupo terapéutico. Entre los ISRS más prescritos se encuentran la fluoxetina, la sertralina y la paroxetina.
Los ISRS tienen una buena eficacia en el tratamiento de la depresión leve a moderada. Sin embargo, su efectividad puede variar según el paciente y su perfil clínico. Por ejemplo, algunos estudios han demostrado que los pacientes con depresión grave pueden necesitar dosis más altas o combinaciones con otros fármacos para obtener una respuesta adecuada al tratamiento.
Además del tratamiento de la depresión, los ISRS también se utilizan para tratar otros trastornos como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno por estrés postraumático (TEPT) y algunos trastornos alimentarios como la bulimia nerviosa.
Como cualquier otro medicamento, los ISRS pueden tener efectos secundarios. Los más comunes incluyen náuseas, diarrea, insomnio o somnolencia y disminución del deseo sexual. En algunos casos, los ISRS también pueden aumentar el riesgo de sangrado o provocar problemas de salud mental como ansiedad o agitación.
Es importante que los pacientes que toman ISRS sigan las recomendaciones de su médico y no interrumpan el tratamiento sin consultar antes con él. La interrupción brusca del tratamiento puede provocar síntomas de abstinencia, como mareos, náuseas o ansiedad.
En resumen, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son una clase importante de fármacos utilizados en el tratamiento de la depresión y otros trastornos del estado de ánimo. Aunque son eficaces en muchos casos, es importante tener en cuenta sus posibles efectos secundarios y seguir las recomendaciones del médico para obtener los mejores resultados terapéuticos.