La fluoxetina es un medicamento antidepresivo que pertenece al grupo ATC N06AB03. Se utiliza para tratar la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), la bulimia nerviosa y el trastorno disfórico premenstrual (TDPM).
En España, la fluoxetina es uno de los antidepresivos más recetados. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se dispensaron más de 2 millones de envases de fluoxetina en las farmacias españolas.
La fluoxetina actúa aumentando los niveles de serotonina en el cerebro. La serotonina es un neurotransmisor que regula el estado de ánimo y las emociones. Al aumentar los niveles de serotonina, la fluoxetina ayuda a mejorar los síntomas depresivos y reducir la ansiedad.
La dosis recomendada de fluoxetina varía según la indicación. Para tratar la depresión, se suele empezar con una dosis baja e ir aumentando gradualmente hasta alcanzar una dosis efectiva. En general, se recomienda tomar una dosis diaria por la mañana.
Es importante tener en cuenta que la fluoxetina puede tardar varias semanas en empezar a hacer efecto. Por lo tanto, es necesario seguir tomando el medicamento según lo prescrito por el médico durante al menos 4-6 semanas antes de evaluar su eficacia.
Además, como con cualquier medicamento antidepresivo, existe un riesgo potencial de efectos secundarios. Los efectos secundarios más comunes incluyen náuseas, diarrea, insomnio, somnolencia y disminución del deseo sexual. En casos raros, la fluoxetina puede aumentar el riesgo de pensamientos suicidas en personas jóvenes.
Por lo tanto, es importante que los pacientes informen a su médico si experimentan algún efecto secundario mientras toman fluoxetina. El médico puede ajustar la dosis o cambiar a otro medicamento si es necesario.
En resumen, la fluoxetina es un medicamento antidepresivo ampliamente utilizado en España para tratar la depresión, el TOC, la bulimia nerviosa y el TDPM. Actúa aumentando los niveles de serotonina en el cerebro y puede tardar varias semanas en hacer efecto. Como con cualquier medicamento antidepresivo, existe un riesgo potencial de efectos secundarios y es importante que los pacientes informen a su médico si experimentan algún síntoma adverso.