La memantina es un fármaco utilizado en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Pertenece al grupo ATC N06DX01 y actúa como antagonista no competitivo de los receptores NMDA, lo que ayuda a mejorar la función cognitiva en pacientes con demencia.
En España, la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer es alta, afectando a más del 7% de la población mayor de 65 años. La memantina se ha convertido en una opción terapéutica importante para estos pacientes, ya que puede mejorar significativamente su calidad de vida.
La memantina se administra por vía oral y su absorción es rápida e independiente del pH gástrico. Su biodisponibilidad es del 100% y alcanza su concentración máxima en plasma entre 3 y 7 horas después de la administración. La eliminación del fármaco se produce principalmente por vía renal.
La dosis recomendada para adultos es de 20 mg al día, divididos en dos tomas diarias. En pacientes con insuficiencia renal moderada o grave, se debe ajustar la dosis según el grado de deterioro renal.
Los efectos secundarios más comunes asociados con el uso de memantina incluyen mareo, dolor de cabeza, estreñimiento y somnolencia. Estos efectos son generalmente leves y transitorios.
En estudios clínicos realizados en España, se ha demostrado que la memantina mejora significativamente las funciones cognitivas y conductuales en pacientes con enfermedad de Alzheimer leve a moderada. Además, también puede retrasar el deterioro cognitivo en pacientes con demencia avanzada.
En un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística en España, se observó que el número de pacientes tratados con memantina ha aumentado significativamente en los últimos años. En 2018, se dispensaron más de 1,5 millones de unidades de memantina en farmacias españolas.
Es importante destacar que la memantina no cura la enfermedad de Alzheimer ni detiene su progresión. Sin embargo, puede mejorar la calidad de vida del paciente y retrasar el deterioro cognitivo.
En conclusión, la memantina es un fármaco importante en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer y ha demostrado ser eficaz en mejorar las funciones cognitivas y conductuales en pacientes con demencia leve a moderada. Su uso está aumentando significativamente en España y se espera que siga siendo una opción terapéutica importante para estos pacientes en el futuro.