La insulina lispro de acción rápida, clasificada en el grupo ATC A10AB04, es un medicamento utilizado para tratar la diabetes mellitus tipo 1 y tipo 2. Esta insulina se caracteriza por su rápida absorción y su corta duración de acción, lo que la hace ideal para controlar los niveles de glucemia después de las comidas.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en el año 2018 había alrededor de 5 millones de personas diagnosticadas con diabetes. De ellas, aproximadamente un tercio utilizaba insulina como parte de su tratamiento. La insulina lispro es una opción terapéutica cada vez más utilizada debido a sus beneficios en términos de control glucémico postprandial.
La insulina lispro se produce mediante tecnología recombinante del ADN y tiene una estructura similar a la insulina humana natural. Se administra por vía subcutánea y debe ser inyectada justo antes o después de las comidas para evitar hiperglucemias postprandiales.
Los estudios clínicos han demostrado que la insulina lispro es más efectiva que otras formas convencionales de insulina en el control glucémico postprandial. Además, también se ha demostrado que reduce el riesgo de hipoglucemia nocturna en comparación con otras formas convencionales.
La dosis recomendada varía según las necesidades individuales del paciente y debe ser ajustada por un profesional sanitario especializado en diabetes. Es importante destacar que la dosis puede variar dependiendo del momento del día y la cantidad y tipo de alimentos consumidos.
Al igual que con cualquier medicamento, la insulina lispro puede tener efectos secundarios. Los más comunes incluyen hipoglucemia, reacciones en el lugar de la inyección y cambios en la piel en el lugar de la inyección. Es importante que los pacientes informen a su médico si experimentan algún efecto secundario.
En resumen, la insulina lispro de acción rápida es una opción terapéutica eficaz para el control glucémico postprandial en pacientes con diabetes mellitus tipo 1 y tipo 2. Su rápida absorción y corta duración de acción la hacen ideal para controlar los niveles de glucemia después de las comidas. Sin embargo, es importante que se administre bajo supervisión médica y que se ajuste la dosis según las necesidades individuales del paciente.