El grupo ATC A11C se refiere a las vitaminas A y D, dos nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo humano. Estas vitaminas son liposolubles, lo que significa que se disuelven en grasas y aceites, y son almacenadas en el tejido adiposo del cuerpo.
La vitamina A es importante para la salud de los ojos, la piel y el sistema inmunológico. También es necesaria para el crecimiento y desarrollo adecuado de los huesos y dientes. Se encuentra naturalmente en alimentos como zanahorias, espinacas, batatas y hígado de animales.
Por otro lado, la vitamina D ayuda al cuerpo a absorber calcio y fósforo, lo que contribuye a mantener huesos fuertes. También juega un papel importante en la regulación del sistema inmunológico. La principal fuente de vitamina D es la exposición al sol, pero también se puede encontrar en alimentos como pescados grasos (salmón, sardinas) y productos lácteos fortificados.
En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 15% de la población presenta déficit de vitamina D. Este porcentaje aumenta hasta el 30% en personas mayores de 65 años. Además, según un estudio publicado por la revista Nutrients en 2019, más del 50% de los niños españoles no alcanzan los niveles recomendados de ingesta diaria de vitamina D.
Es importante destacar que tanto la deficiencia como el exceso de estas vitaminas pueden tener efectos negativos sobre la salud. Por ejemplo, una deficiencia prolongada de vitamina A puede causar ceguera nocturna y problemas de piel, mientras que un exceso puede ser tóxico y causar náuseas, mareos y dolor de cabeza. En el caso de la vitamina D, una deficiencia prolongada puede provocar osteoporosis y aumentar el riesgo de fracturas óseas, mientras que un exceso puede causar hipercalcemia (exceso de calcio en la sangre) y dañar los riñones.
Por lo tanto, es importante mantener una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en vitaminas A y D. En algunos casos, como en personas con ciertas enfermedades o en épocas del año con menor exposición solar, puede ser necesario tomar suplementos vitamínicos para asegurar una ingesta adecuada.
En resumen, las vitaminas A y D son nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo humano. Es importante mantener una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en estas vitaminas o tomar suplementos vitamínicos si es necesario. La deficiencia o el exceso de estas vitaminas pueden tener efectos negativos sobre la salud, por lo que se recomienda consultar a un profesional sanitario antes de tomar cualquier suplemento.